En abril del 2012, aplastado por mis circunstancias, sentí la necesidad de realizar actividades que me ayudaran a apuntalar mi vida y un extraño impulso por compartir, con urgencia, experiencias personales y profesionales.
Así nació la idea de este blog.
Desde abril hasta noviembre del 2012 no fui capaz de escribir ni un solo párrafo… Experimenté una gran frustración, quería y no podía…
En noviembre, por fin, logré escribir mi primera entrada. Un comentario sobre una ley que se acababa de aprobar en Argentina, país al que también quiero mucho. Allí realicé mis estudios de Administración de Empresas, de allí era mi querido amigo Marcelo… Y así hasta las ochenta y cinco actuales.
Saber que un escrito mío ayuda, interesa, agrada, entretiene, sirve a otras personas, me facilita la energía necesaria para escribir el siguiente.
No sé si según los estándares mis 10.000 visitantes serán muchos o pocos. No me importa, para mí son muchísimos como muchísimo es mi agradecimiento porque en momentos de debilidad extrema, de soledad, de miedo, de no saber aceptar que ahora me toca ser sillar aunque antes fuera veleta, de sentirme acabado e inútil, sus visitas y sus palabras me han ayudado y me ayudan a recuperar el tono.
Gracias, muchas gracias.