@MendozayDiaz

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domingo, 3 de noviembre de 2019

Entre chupetes y pañales.

Publicado en "Diario de León" el viernes 1 de noviembre del 2019: https://www.diariodeleon.es/articulo/opinion/entre-chupetes-y-panales/201911011038431953562.html


Xavier Tarragó, marido de mi amiga Beth Borés, es una persona de trato agradable y conversación inteligente. La última vez que nos vimos, en Barcelona, con motivo de la promoción de mi libro “Una vida con rostro humano”, recordó que nos conocimos “entre chupetes y pañales” en México donde ambos vivíamos por motivos profesionales, con hijos de las mismas edades. Esa simpática -e inspiradora- expresión suya (“entre chupetes y pañales”) llevó nuestra conversación a recordar los gratos momentos que compartimos en Monterrey y, también, a hablar sobre el impacto social del matrimonio y la familia.

Opiniones-de-un-opinante: Lo que más influye en el logro de un matrimonio feliz son los hijos. Nada es tan común y nada une tanto como un hijo. Esta conclusión puede parecer demasiado paradójica a algunos. Molesta. Escandalosa. Absurda. Una época que no ve en los hijos la consecuencia natural del amor de sus padres puede llevar camino de verlos como enemigos de ese amor. Una vez que el niño se encuentra en el mundo reclama para él todos los derechos e impone a sus padres todos los deberes. Nadie nace por propia voluntad, es decir, todos somos nacidos. Los seres humanos llegamos al mundo tan desvalidos que si no hubiese quien nos recogiera y cuidara durante un periodo bastante largo, pereceríamos. La gran función de la familia consiste en ser la creadora de amor; en esto no existe posibilidad de sustituirla. Pertenece a la experiencia humana el hecho de que cuando falta en la familia el vínculo de amor, algo se rompe definitivamente: hijos abandonados, parejas rotas, experimentan en sí mismos esa deficiencia; a veces, con consecuencias dramáticas.

La felicidad en el matrimonio exige esfuerzo. Hay que aprender a amar. Esa lección requiere tiempo. Si se persevera, se aprende. A fin de cuentas, es así como enfocamos otros aspectos importantes de la vida: un negocio o una profesión, por ejemplo. El amor es exigente en sí mismo. La existencia humana es tiempo. La velocidad ha pasado a ser un principio de la vida. Todo debe ser rápido. Hay que pensar rápido, evaluar rápido, proponer rápido, decidir rápido y actuar rápido. Con esta cultura de la velocidad en muchas situaciones a lo único a lo que realmente podemos imprimir aceleración es a nuestras acciones, normalmente precedidas de un débil proceso de decisión. Así sacrificamos el cumplimiento cabal de un objetivo bien perfilado por tan sólo aproximarnos a él con rapidez. Es mejor tratar, primero, de ser efectivos para, después, serlo con rapidez: sin renunciar al sereno análisis. En la familia la entrega es completa, sin reservas: tampoco de tiempo.

El padre o la madre que cuida al hijo, le educa y le encamina para que sea una persona valiosa, está realizando uno de los trabajos más importantes que pueden concebirse. Sin embargo, carece de remuneración. De ahí la tendencia al abandono de esta función en nuestros días. La tendencia universal al confort va extendido cada vez más la idea o el sentimiento de que los hijos son una pesada carga que conviene evitar. Desde hace décadas asistimos al vaciamiento del matrimonio como institución jurídica y social. Para mucha gente el matrimonio sólo interesa como medio para pagar menos impuestos y cobrar la pensión de viudedad u otras prestaciones. Hoy ya casi nadie habla de los fines: el bien de los esposos, los hijos, su educación. 

Insisto: El problema de la natalidad es acuciante y su resolución poco tiene que ver con factores ideológicos o partidistas, sino con una concepción responsable del futuro. La familia no es un asunto “estrictamente” privado. La negativa de muchas familias a tener hijos hace tambalear los fundamentos de nuestro estado del bienestar. Por tanto, urge impulsar las políticas de apoyo a la familia con incentivos económicos y con medidas que favorezcan –realmente- la tan proclamada conciliación laboral. El derrumbe de nuestra pirámide poblacional es el derrumbe de nuestro modelo de sociedad. Aquí está la gravedad y la urgencia. 

domingo, 30 de junio de 2019

“Més que feina amb Ignasi Rafel”.


Os comparto el pódcast correspondiente al programa “Més que feina amb Ignasi Rafel” de RNE en Cataluña, y en el que he sido invitado.

Hablamos de la importancia de las relaciones humanas en entornos profesionales: respeto, reconocimiento y ética en el entorno laboral.


sábado, 15 de junio de 2019

Charla-coloquio en la Asociación Cultural Nieva de Avilés (Asturias).

Ayer hablé sobre "Huérfanos de padres vivos: conciliación entre familia y trabajo" en la Asociación Cultural Nieva. ¡Muchas gracias por la invitación! 



Un día especial, entrañable...

El jueves 13 de junio fue un día especial, entrañable... Tuve el honor de que D. Andrés Ollero Tassara, magistrado del Tribunal Constitucional, que fue mi Maestro de Filosofía del Derecho en la Universidad de Granada, presentara en Madrid #UnaVidaConRostroHumano. Estuve acompañado de lectores, familiares y amigos. Hubo momentos muy emotivos como el reencuentro con compañeros de universidad con quienes no coincidía desde hacía treinta años... 


lunes, 10 de junio de 2019

Presentación en Madrid de "Una vida con rostro humano".



Para mí es un honor que D. Andrés Ollero Tassara, mi Maestro de Filosofía del Derecho en la Universidad de Granada -de quien tanto he aprendido y aprendo- vaya a presentar #UnaVidaConRostroHumano en Madrid.

jueves, 6 de junio de 2019

Hablando de "Una vida con rostro humano" en Ràdio 4 (Cataluña).

Muchas gracias a Ignasi Rafel por invitarme a su programa "Mès que feina" (Más que trabajo). En los próximos días, cuando lo reciba, compartiré el pódcast.


miércoles, 27 de marzo de 2019