Una visión estratégica que no
esté ligada a un control de gestión suele transformarse en una simple
declaración.
Y un control de gestión sin visión estratégica, es absurdo; pero
conozco casos de organizaciones que han hecho millonarias inversiones en sistemas
de control de gestión sin tener un plan estratégico a tres años… Increíble
pero cierto.
La visión estratégica declara las
aspiraciones de una organización.
Su razón de ser, los valores que pretende, el
destino con el que se compromete, etc…
Todo esto se puede sintetizar, y
explicar en un lenguaje sencillo.
Ahora sí, tiene sentido un sistema
de control de gestión que, periódicamente, nos entregue información sobre a
dónde y cómo vamos.
Tener una clara visión
estratégica es como tener un buen motor.
Es importante no olvidar que lo relevante es que se documente
por escrito, para impedir su olvido y las interpretaciones erróneas.
“Verba volant, scripta manent”
(las palabras vuelan, lo escrito permanece).
“Hijo, eso es más viejo que el hilo
negro…” me dijo la señora Eustasia al citarle esta frase en una de nuestras
conversaciones. Y tanto, pertenece a un discurso de Cayo Tito ante el senado
romano. Culta, la señora.
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