Un año
más, en esta ocasión el primer sábado del mes de marzo, disfruté con el
Certamen de Comedias Musicales organizado por la Asociación Tamaral Joven en el
Auditorio Ciudad de León. En este Certamen de Comedias se han ido presentando,
a lo largo de seis años, numerosas obras teatrales y musicales, y todas,
siempre, con la idea común de fomentar la educación en valores como trabajo en
equipo, compromiso, responsabilidad, respeto a los demás. Cada año han
participado asociaciones de otras regiones de España como Galicia, Asturias,
Cantabria, Navarra, y de otras provincias de Castilla y León. Se presentan
obras originales o adaptadas, con una duración no mayor de quince minutos y
donde el jurado califica principalmente la interpretación, puesta en escena, la
combinación entre teatro, música y coreografía, originalidad, vestuario,
decorado y diversión con propuesta formativa. Los certámenes de Comedias
Musicales no tienen ánimo de lucro y éste, al igual que los anteriores, ha
tenido un fin solidario. En esta edición, los beneficios se destinaron a
Cáritas.
La
Asociación Tamaral Joven lleva muchos años promoviendo y organizando
actividades culturales, deportivas y artísticas dentro de ese magnífico ámbito
formativo que es el ocio y el tiempo libre. El teatro tiene características
formativas y educativas muy significativas. El teatro es una muy buena
actividad para que las jóvenes disfruten en su tiempo libre. Gracias al teatro
aprenden a socializar con otras compañeras y aumentan su autoestima, se
desarrolla el trabajo en equipo, el respeto por los demás, la educación en
valores, el sentido del compromiso y la responsabilidad. Todas las
participantes tienen en común que pertenecen a asociaciones creadas y
promovidas por padres de familia como respuesta a la preocupación por la
educación de sus hijas en valores humanos y que apuestan por un desarrollo
integral de la persona, completando la educación que reciben en la familia. En
estas asociaciones los padres encuentran un espacio donde sus hijas se
divierten a la vez que aprenden, hacen amigas, se forman como personas,
desarrollan su propia personalidad y se capacitan para vivir una vida feliz. El
objetivo de las actividades es que aprendan a trabajar en equipo, siendo
generosas, leales y tolerantes con las demás. Y todo esto en un ambiente alegre
que las anime a comportarse y divertirse sanamente. En definitiva, impulsan el
talento juvenil a través de actividades extraescolares o after school programs.
Me
parece que este tipo de asociaciones están desarrollando actividades muy
interesantes y de un impacto social muy positivo. Iniciativas promovidas para
jóvenes, que quieren despertar el interés por lo cercano a través de la
observación, la reflexión, el estudio, la creatividad, la innovación y la
acción. Fomentar la sensibilización social, el desarrollo del pensamiento
crítico, la apertura a la diversidad y el interés por la responsabilidad
ciudadana. Tienen un objetivo que -por su vanguardismo- ha llamado
especialmente mi atención: promover el empoderamiento de las niñas en el área
de STEM (un acrónimo en inglés de science, technology, engineering y
mathematics. Es el equivalente en español de CTIM el acrónimo que sirve para designar las
disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Hace
falta. En general, en este ámbito, hay una diferencia de conocimientos y
habilidades entre hombres y mujeres; lo que en lenguaje políticamente correcto
se denominaría una-brecha-de-género.
Y más
allá de los conocimientos técnicos fomentan el desarrollo de habilidades que
suponen otros beneficios para las personas, que contribuyen a su bienestar como
ciudadanas conscientes y solidarias en su entorno. Por ello promueven las
actividades que fomentan la visión social y colaborativa. No quieren dejar
fuera del alcance de las jóvenes la oportunidad de comprobar cómo a través de
la solidaridad, con su trabajo y compromiso, es posible cambiar situaciones
desfavorables. Cómo, en un mundo cada vez más individualista, la colaboración y
la solidaridad son imprescindibles. Potenciar el talento juvenil para descubrir
y solucionar las necesidades de las personas. Tratar de fomentar en las jóvenes
una actitud de mirar más allá de uno mismo. Intercambiar experiencias, debatir
sobre algunos problemas sociales actuales, aprender a reflexionar, descubrir
diferentes formas de pensar con una visión de acogida y buscar soluciones que
se puedan implementar.
En fin,
es gratificante encontrarse con ejemplos tan edificantes de asociacionismo
juvenil que estimulan el talento, la iniciativa emprendedora, la generación de
ideas y la toma de decisiones. Que motivan a los jóvenes hacia el esfuerzo y el
trabajo en equipo para conseguir sus logros. Impulsan las habilidades de comunicación.
Despiertan la sensibilidad social a través de ayudarles a descubrir su personal
y mejor modo de aprender, de enfrentarse y resolver los problemas, de generar
entusiasmo por lo que hacen y saber cómo pueden influir positivamente en el
entorno llegando a ser agentes de cambio. Realizan actividades diversas que
contribuyen a formar a la persona en su integridad desde unos valores como son
el respeto, la libertad, la solidaridad y el trabajo: construir una cultura
solidaria y de servicio. Convivir, no coexistir. Coexistir, es compartir
territorios y servicios, yuxtapuestamente, sin coordinación e identificación
alguna. Vivir juntos, convivir, es hacer en común unos por otros y tener una
identidad de grandes objetivos.
Publicado en Diario de León el viernes 30 de marzo del 2018: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/educar-tiempo-libre_1238200.html