@MendozayDiaz

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sábado, 3 de agosto de 2013

Hora punta...

El intenso calor de estos días ha hecho que se bata el récord de consumo del año en agua y electricidad. 

Leyendo una noticia sobre este asunto me ha sorprendido conocer que el pico de consumo, concretamente en agua, se está produciendo sobre las cuatro de la madrugada… 

Como que no tenía esa percepción.

No sé, quizá, si me hubieran preguntado, hubiera dicho que durante la mañana, por ser la hora de plena actividad de familias y empresas, o al caer la tarde cuando mucha gente se ducha para refrescarse… Pero nunca hubiera pensado que a las cuatro de la madrugada. 

Dicen que a esta hora, en verano, se registra el pico de consumo, sobre todo, por los sistemas de riego en jardines y la limpieza de las calles.

Hablando de horas punta, me acordé que cuando comenzó a extenderse el uso de las redes sociales entre los jóvenes, asistí a una conferencia donde nos preguntaban a los padres con hijos adolescentes sobre cuál era la hora en la que nosotros pensábamos que internet estaba en su máximo pico de consumo… Unos dijeron que las 13’00 horas en plena actividad empresarial, o quizá sobre las 22’00 horas cuando muchas personas, al final del día, revisan sus mensajes… 

No, nos decía el conferenciante: la red está colapsada, de lunes a viernes, sobre las dos de la madrugada…Plop.


No me lo podía creer. Jamás lo hubiera imaginado. Pero si a esa hora se supone que la mayoría de la gente, y más en invierno, estamos durmiendo…Pues parece que no. Y quizá por ello, el conferenciante, previendo nuestra incredulidad, nos proyectó información detallada de consumos, facilitada por las compañías de telecomunicaciones. 

Las dos de la madrugada…

Durante mucho tiempo después he estado pensando sobre este asunto. 

Ahora me explico muchas cosas. 

Porqué a algunos adolescentes les cuesta tanto madrugar, porqué comentan los profesores que es cada vez más común que muchos de ellos se queden dormidos en clase, porqué duermen siesta… Claro, cómo no, si están hasta las tantas y una conectados a internet bien sea en las redes sociales o viendo lo que vean, cómo van a estar suficientemente descansados para enfrentar un nuevo día.

Definitivamente somos padres, formados en el siglo pasado, quienes tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos que son…de otro siglo.

A uno le decían a las diez en casa y, una vez dentro, los riesgos quedaban reducidos a la mínima expresión. Pero ahora, es como si –mágicamente- se hubiera modificado  la estructura de nuestro edificio y se hubiera abierto una ventana al mundo, con todo lo bueno y lo malo que tiene ese acceso.

El problema no es la ventana sino que muchos padres todavía no tienen plena consciencia de su existencia. “Fulanita tiene muy buenos hábitos, nada más cenar se va a su habitación a descansar… Yo le insisto, pero fulanita, hija, relájate, quédate con nosotros a ver la televisión, pero nada, ella siempre se va a su cuarto…”. Un primor de disciplina… Y a lo mejor lo es, pero quizá, cada noche, se va puntualmente a su cuarto porque, desde allí, se comunica con el mundo, sin más límites que los que ella se imponga, a través de esa ventana virtual que han abierto en nuestras casas…

En fin que hay que estar al día, bien informado, con los ojos y los oídos bien abiertos, con datos y no con percepciones (es que yo creía, es que yo pensaba…), que no importa lo que tu creas sino lo que es. 

Y hay datos de sobra y numerosas fuentes disponibles para obtenerlos.

En fin, y volviendo a lo de internet, que me estoy alargando más que de costumbre.

Después de meses dándole vueltas a lo del pico de consumo a las dos de la madrugada y su impacto en el descanso de mis hijos, y qué hacer para ayudarles a descansar y que así puedan aprovechar mejor sus días,  llegué a la conclusión que la mejor manera de facilitar todo esto es durmiendo con el modem…que sí, tal cual; que desde ese día, cuando me voy a la cama, desconecto el modem y lo guardo en uno de los cajones de mi mesita noche, hasta el día siguiente.

Y así, como decía la señora Eustasia, “muerto el perro se acabó la rabia”.

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