@MendozayDiaz

@MendozayDiaz

lunes, 19 de agosto de 2013

Colaboradores.

Las vacaciones de verano son, en general, buenas oportunidades para detenerse, revisar el camino recorrido y definir los próximos pasos. Los de nuestras organizaciones, y los nuestros… Nosotros primero, siempre.

El logro de las metas de las empresas dependen del grado de compromiso de las personas que en ellas colaboran, más allá de la responsabilidad que desempeñen en la organización. 

Por tanto, para un directivo es prioritario contar con un equipo de personas, conocedoras de su trabajo, esforzadas en hacerlo bien, con ganas e ilusión por lograr los objetivos. En definitiva, de un equipo de colaboradores.

Una actitud formada en el esfuerzo por hacer las cosas bien supone un buen antídoto para superar los circunstanciales estados de ánimo. 

La voluntad se puede entrenar, y eso depende de cada uno de nosotros. 

Ese entrenamiento de la voluntad se logra a base de pequeños vencimientos, de pequeños esfuerzos, del logro de metas, que comienzan siendo pequeñas y, una vez educada nuestra voluntad, pueden superar todas las expectativas.

Esforzarnos, insistir en lograr lo que nos cuesta engrandece y fortalece nuestra voluntad. Lo más difícil suele ser el compromiso con lo pequeño, con lo menos importante, con lo que suele pasar inadvertido ante los demás… 

Los buenos colaboradores que he conocido (y he tenido la suerte de conocer a muchos) son personas que se preocupan y ocupan de los detalles, de hacer bien las cosas pequeñas, con el mismo interés y esfuerzo con el que atienden los grandes asuntos de sus vidas.


Una voluntad entrenada para hacer las cosas bien se manifiesta en propósitos firmes y un ánimo superior para enfrentar las contrariedades.

Estas son algunas de las diferencias entre un empleado y un colaborador.

Aparentemente es igual, pero no es lo mismo… Ese plus es el que marca la diferencia, y una diferencia que no es menor. 

Las organizaciones de alto desempeño se definen por ser organizaciones de colaboradores.

domingo, 18 de agosto de 2013

"José Ortega y Gasset, diputado".

Vivir en León tiene muchas ventajas. Una de ellas es que tiene buenas librerías -como la Librería Universitaria- donde encuentro libros inspiradores. 

Ortega y Gasset es uno de mis escritores favoritos desde que en COU (hoy Segundo de Bachiller… yo soy de la “generación EGB”…) leí “La España invertebrada”.

Hijo, nieto, sobrino, primo y hermano de diputados. De familia culta, preocupada por la política pero también por el saber, el arte, la cultura.

Un filósofo que hacía filosofía desde las páginas de los periódicos. 

Una original fórmula que dotaba a su pensamiento filosófico de la frescura de la actualidad. Artículos breves, sugestivos, contundentes. 

Un estilo literario atractivo, cautivador. 

Una especie de pedagogo público, según Ángel Valero Lumbreras, doctor y catedrático de Filosofía, y autor del libro “José Ortega y Gasset, diputado”.


Ortega se inició en la militancia partidista en la primera década del siglo pasado, incorporándose al proyecto reformista de Melquidades Álvarez, una alternativa al régimen bipartidista de la Restauración. Ahí coincidió con Manuel Azaña y Fernando De los Ríos, y los tres se reencontrarían en las Cortes Constituyentes de 1931 pero en organizaciones políticas distintas.

Intentó transformar el viejo liberalismo español en un liberalismo social de matriz socialdemócrata, en línea con el pensamiento de Hermann Cohen, su maestro alemán.

Fundó la Agrupación al Servicio de la República con otros intelectuales no afiliados a partidos políticos como Gregorio Marañón o Ramón Pérez de Ayala. Y así concurrió a las elecciones constituyentes de 1931 siendo elegido diputado por León.

El Profesor Valero, en su libro, se enfoca en el análisis de los siete discursos pronunciados por Ortega durante las sesiones parlamentarias de 1931 y 1932. En ellos, básicamente, reivindica las virtudes republicanas como salida a la crisis de la democracia representativa formal. 

Muchos de sus planteamientos todavía hoy son de actualidad como su propuesta de suprimir el Senado que consideraba anacrónico y denominaba, con cierto gracejo, la “quinta pata del carro”...; o el régimen fiscal de las herencias, o su precisa y brillante lección de filosofía y derecho político acerca del significado de federalismo y autonomía.

Sus intervenciones eran verdaderos aldabonazos, llamadas a mantener la autenticidad de la República, lejos de extremismos y radicalismos excluyentes. 

Una de sus principales propuestas era regenerar España a través de la educación. 

Quizá, para mejor comprender su propuesta, conviene situarla en su contexto. 

En esos años, en Barcelona, por ejemplo, ciudad que entonces tenía un millón de habitantes, había sólo un instituto de bachillerato, cuando en Alemania, en una ciudad equivalente, había cuarenta, o en Francia, catorce. 

Defendió ideas que entusiasmaban. Ideas claras sobre lo que debía hacerse. Invitaba a pensar en grande. 

Para José Ortega y Gasset la política es, ante todo, dibujar atractivos, animadores horizontes de mejoramiento cívico.

Y, además, leer sus discursos ha sido una oportunidad para conocer y aprender nuevas palabras, de saborear, una vez más, la riqueza de nuestra lengua. Ahí van algunas: azacanado, congruo, dintorno, epiceno, hiperestesia, abstrusa, ingurgitar, eutrapelia…

En fin, propuestas políticas, de José Ortega y Gasset, que invitan a mejorar; motivadoras y, todavía hoy, actuales. 

Con la que está cayendo, esta lectura me ha resultado muy gratificante, me ha rescatado del asfixiante pesimismo del momento sobre las posibilidades de una auténtica regeneración social. 

Y es que, como decía la señora Eustasia, “hijo, el que no se consuela es porque no quiere”.

jueves, 15 de agosto de 2013

Pornografía en internet.

Hace unos días, el primer ministro británico, David Cameron, propuso universalizar los filtros para menores que ya se incluyen en navegadores y buscadores, y extenderlos a todos los ordenadores de Reino Unido, tengan la edad que tengan sus propietarios. 

En la práctica supondrá que los ciudadanos que quieran consumir porno tendrán que solicitarlo explícitamente a su proveedor, es decir, identificarse para que le desactiven el filtro.

Cameron justificó su propuesta como un paso contra la negativa influencia de la pornografía en la formación de los niños, y con el fin de proteger a nuestros menores de los abusos sexuales. Es la respuesta de su gobierno al debate suscitado en el país a raíz de la muerte de dos niños cuyos asesinos eran asiduos a la pornografía infantil.

Estas nuevas medidas contra la pornografía contienen otras modificaciones, como la de hacer una lista de términos pornográficos que no den resultados en buscadores. 

Cameron puso un ejemplo: si alguien teclea la palabra niño y la palabra sexo el buscador aconsejará al internauta algo similar a esto, “¿te refieres a educación sexual para niños?”.

Las empresas y organizaciones con intereses económicos en juego ya han comenzado a reaccionar.

Argumentos… tantos como gustos y colores.

Hay empresas de buscadores que proclaman el derecho de sus usuarios a teclear cualquier palabra y aseguró que la propuesta atenta contra los derechos a la intimidad y a la libertad de expresión.

Algún colega al servicio de estos intereses ha afirmado que, si la propuesta de Cameron se concretara en una ley, significaría un serio retroceso a las libertades…


Otros no se andan por las ramas y manifiestan claramente que si se plantearan obstáculos para acceder a páginas webs con contenido adulto (este es el término políticamente correcto con el que se denomina a la pornografía…) puede tener un impacto considerable sobre los beneficios económicos de una industria que es legal… Dinero, dinero, mucho dinero…

No ha faltado quien ha argumentado sobre las dificultades técnicas que conllevaría el desarrollo de estas propuestas.

El mensaje de Cameron ha sido muy claro para estas empresas, ustedes tienen el deber moral de actuar. Si hay obstáculos técnicos para que actúen los motores de búsqueda no deben mantenerse al margen y decir que no se puede. Empleen esos grandes cerebros para ayudar a superar los obstáculos. 

Me parecen muy acertadas las propuestas de David Cameron, pero tengo serias dudas de que se lleguen a concretar en una ley. Hay intereses económicos de muchísimos ceros que podrían verse afectados y este tipo de organizaciones son especialistas en cabildear.

Habrá que esperar hasta el otoño.

domingo, 11 de agosto de 2013

"La verdad sobre el caso Harry Quebert".

No suelo escribir sobre los libros que leo.

Cuando lo hago es porque tratan algún asunto histórico, político o social que considero de interés compartir.

Hay veces que la publicación de un libro se convierte en un acontecimiento, y creo que éste es el caso. 

Se trata de la segunda novela de un joven escritor suizo, Joël Dicker, con orígenes familiares rusos y franceses.



Una novela policiaca y romántica a tres tiempos -1975, 1998 y 2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.

En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela-, y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan.

Poco después, Harry es arrestado, acusado de asesinato, al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín. Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras intenta demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz.

La novela intercala los consejos que Quebert da a Marcus sobre cómo escribir un libro.

No es común que un libro reciba de forma tan unánime y simultánea el favor de público y crítica. Lo de casi siempre, hay libros que gustan a los críticos y no a los lectores, y viceversa…

Esta novela ha sido galardonada con el Premio Goncourt des Lycéens, el gran premio de Novela de la Academia Francesa, y el Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa. 

Se ha traducido a treinta y cuatro idiomas y ha sido muy comentada en las redes sociales. 

El argumento está muy bien pensado y el misterio no se vislumbra antes de tiempo. Cuando parece que ya estamos en pleno desenlace, el autor nos sorprende con un giro magistral.

Es difícil que un libro de casi setecientas páginas atrape como lo hace éste. Un libro para quienes quieran y puedan engancharse durante horas con una historia…Tiene magnetismo, uno quisiera leerlo sin interrupción.

Recomendable. La novela me ha gustado y la considero muy buena. Su autor tiene el listón muy alto para la siguiente.

Me encantó la portada del libro, el óleo de Edward Hopper, “Portrait of Orleans” (1950). Un cuadro costumbrista que enmarca perfectamente el ambiente de la novela. O así me lo imagino.

viernes, 9 de agosto de 2013

La berlina de Prim.

Recuerdo como si fuera ayer cuando visité por primera vez el Museo del Ejército, entonces junto al Parque del Retiro de Madrid. 

Fue durante el verano de 1977 y fuí de la mano de mi abuelo paterno, en ese tiempo ya jubilado, y estudioso de la historia de España. 

La sala de banderas, la sala de armas con sus cientos de cañones “de verdad”…Quedé impresionado con sus explicaciones sobre la espada del Cid (llamada Tizona) y sobre la historia de Boabdil, último rey árabe de mi Granada natal… 

Había una sala con vehículos militares originales, o réplicas como el Dodge del Almirante Carrero Blanco entonces recientemente asesinado. 

Cuando llegamos ante un coche de caballos, antiguo, elegante, de color verde, mi abuelo me dijo “Ésta es la berlina del General Prim. En el momento en que le dispararon era el político más poderoso de España. Fíjate en las manchas de sangre sobre la tapicería interior, son de verdad…” 

La berlina de Prim. Desde entonces, con doce añitos, se me quedó grabado en mi memoria este nombre y esa imagen. 

Mis profesores no sabían o no contestaban… Me dí cuenta que era un personaje incómodo, olvidado.

Ya en la universidad leí un estudió que había publicado el abogado D. Antonio Pedro Ríus, quien fue Presidente del Consejo General de la Abogacía Española, y oriundo de Reus al igual que el general Prim. Me llamó la atención el dato que comentaba en su investigación, que el sumario constaba de 18.000 folios…

D. Juan Prim y Prats nació en Reus (Tarragona) el 6 de diciembre de 1814. Sin duda, una de las grandes personalidades de la historia de España del siglo XIX. Ilustre militar, protagonista de la revolución de septiembre de 1868, es probable que si no hubiera sido asesinado la democracia hubiera llegado a España un siglo antes. 

Atentaron contra él la tarde del 27 de diciembre de 1870, a bordo de su berlina verde, a su salida del Congreso de los Diputados, la víspera de su viaje a Cartagena para recibir al nuevo rey de España, Amadeo de Saboya.

¿Quién mató a Prim? 

Pues todavía no hay respuesta cierta a esta pregunta, ciento cuarenta y tres años después…Increíble pero cierto. 

No hay ni siquiera acuerdo sobre la causa de su muerte. Todavía se barajan tres hipótesis: que murió tres días después del atentado por las lesiones, que murió en el acto, que fue estrangulado.

El sumario de este asesinato es todo un esperpento. Cambiaron varias veces a los jueces, algunas declaraciones se tomaron tarde y mal, desaparecieron importantes documentos…

El General Prim tenía muchos enemigos y quizá por eso le mataron.

Los revolucionarios de 1868 (de quien Prim había sido dirigente) estaban divididos entre monárquicos y republicanos. A su vez, los monárquicos estaban divididos entre los partidarios de Amadeo de Saboya y los partidarios de los Borbones. Estos a su vez entre isabelinos y carlistas… Por su parte, los republicanos entre centralistas y federalistas… 

Quizá era el único capaz de poner orden en ese guirigay y por ello le mataron.

Hace unos días mi hija estuvo en León y fuimos a pasear hasta la catedral. Me gusta entrar a la plaza por la calle Sierra Pambley porque así aprovecho para mirar el escaparate de la librería Galatea, que suele tener libros de mi interés.


Allí ví el libro de Ian Gibson… “La berlina de Prim”… Me quedé boquiabierto…

Le conté esta historia a mi hija, entró y me lo regaló.

Acabo de leerlo. Lo recomiendo. 

Recuperar la figura del General Prim, volver a considerar su caso, hace justicia a un español injustamente tratado. 

Es muy injusto que, hoy, cuando cualquier cantamañanas tiene una calle, D. Juan Prim y Prats no tiene –como dirían mis amigos mexicanos- ni una pinche placa conmemorativa en el lugar donde atentaron contra él, la entonces calle del Turco actualmente calle Marqués de Cubas, junto al Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Como decía la señora Eustasia “Hijo, no te extrañes, para muertos e idos ya no hay amigos”.

lunes, 5 de agosto de 2013

Huertos urbanos.

A la entrada en Pamplona el tren se paró unos minutos y pude observar que también en esta ciudad existen estos huertos de ocio cuya labor supone un entretenimiento para las personas mayores, que suelen ser quienes los cultivan.

La opinión que tengo de esta actividad es buena. Además me recuerda -gratamente- a Juan de quien, por cierto, en estos días, se cumplen años de su fallecimiento.

En León existen desde hace años, en la Candamia, un paraje junto a la orilla del río Torío. Son de titularidad municipal y suponen una excelente iniciativa en favor de los jubilados que realizan una actividad física muy sana, de la que además obtienen productos para su propio consumo familiar.

Me da la impresión que lo pasan bien, porque suelo pasar por allí en mis paseos en bicicleta y veo a abuelos, con los que supongo que serán sus nietos, explicándoles cosas de su huerto. A muchos de ellos les recordará su infancia y las tareas agrícolas que realizaban con sus familiares y paisanos.


Pienso que estas actividades son muy completas porque suponen una vía de escape al ritmo de vida de la ciudad, reducen el estrés, aumentan la autoestima de los mayores, fomentan las relaciones sociales y, en muchos casos, suponen una alternativa de alimentación más saludable y económica.

Juan fue un pionero de todas estas cosas. Le conocí hace más de veinte años. Entonces me llamó la atención que cuando se jubiló, alquiló unos marjales en la vega de Granada, a las afueras de su pueblo. 

Iba todos los días a labrar -así decía él-, esa era la palabra que utilizaba. 

Aprendí mucho de sus explicaciones. En la medida en que aumentaba nuestra confianza y detectaba mi interés, me invitaba con más frecuencia a acompañarle.

Recuerdo cómo me decía que cuidar de la tierra era como cuidar de un hijo que necesitaba de cuidados oportunos, es decir, cuando corresponde… Una vez más, con ganas o sin ellas.

sábado, 3 de agosto de 2013

Hora punta...

El intenso calor de estos días ha hecho que se bata el récord de consumo del año en agua y electricidad. 

Leyendo una noticia sobre este asunto me ha sorprendido conocer que el pico de consumo, concretamente en agua, se está produciendo sobre las cuatro de la madrugada… 

Como que no tenía esa percepción.

No sé, quizá, si me hubieran preguntado, hubiera dicho que durante la mañana, por ser la hora de plena actividad de familias y empresas, o al caer la tarde cuando mucha gente se ducha para refrescarse… Pero nunca hubiera pensado que a las cuatro de la madrugada. 

Dicen que a esta hora, en verano, se registra el pico de consumo, sobre todo, por los sistemas de riego en jardines y la limpieza de las calles.

Hablando de horas punta, me acordé que cuando comenzó a extenderse el uso de las redes sociales entre los jóvenes, asistí a una conferencia donde nos preguntaban a los padres con hijos adolescentes sobre cuál era la hora en la que nosotros pensábamos que internet estaba en su máximo pico de consumo… Unos dijeron que las 13’00 horas en plena actividad empresarial, o quizá sobre las 22’00 horas cuando muchas personas, al final del día, revisan sus mensajes… 

No, nos decía el conferenciante: la red está colapsada, de lunes a viernes, sobre las dos de la madrugada…Plop.


No me lo podía creer. Jamás lo hubiera imaginado. Pero si a esa hora se supone que la mayoría de la gente, y más en invierno, estamos durmiendo…Pues parece que no. Y quizá por ello, el conferenciante, previendo nuestra incredulidad, nos proyectó información detallada de consumos, facilitada por las compañías de telecomunicaciones. 

Las dos de la madrugada…

Durante mucho tiempo después he estado pensando sobre este asunto. 

Ahora me explico muchas cosas. 

Porqué a algunos adolescentes les cuesta tanto madrugar, porqué comentan los profesores que es cada vez más común que muchos de ellos se queden dormidos en clase, porqué duermen siesta… Claro, cómo no, si están hasta las tantas y una conectados a internet bien sea en las redes sociales o viendo lo que vean, cómo van a estar suficientemente descansados para enfrentar un nuevo día.

Definitivamente somos padres, formados en el siglo pasado, quienes tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos que son…de otro siglo.

A uno le decían a las diez en casa y, una vez dentro, los riesgos quedaban reducidos a la mínima expresión. Pero ahora, es como si –mágicamente- se hubiera modificado  la estructura de nuestro edificio y se hubiera abierto una ventana al mundo, con todo lo bueno y lo malo que tiene ese acceso.

El problema no es la ventana sino que muchos padres todavía no tienen plena consciencia de su existencia. “Fulanita tiene muy buenos hábitos, nada más cenar se va a su habitación a descansar… Yo le insisto, pero fulanita, hija, relájate, quédate con nosotros a ver la televisión, pero nada, ella siempre se va a su cuarto…”. Un primor de disciplina… Y a lo mejor lo es, pero quizá, cada noche, se va puntualmente a su cuarto porque, desde allí, se comunica con el mundo, sin más límites que los que ella se imponga, a través de esa ventana virtual que han abierto en nuestras casas…

En fin que hay que estar al día, bien informado, con los ojos y los oídos bien abiertos, con datos y no con percepciones (es que yo creía, es que yo pensaba…), que no importa lo que tu creas sino lo que es. 

Y hay datos de sobra y numerosas fuentes disponibles para obtenerlos.

En fin, y volviendo a lo de internet, que me estoy alargando más que de costumbre.

Después de meses dándole vueltas a lo del pico de consumo a las dos de la madrugada y su impacto en el descanso de mis hijos, y qué hacer para ayudarles a descansar y que así puedan aprovechar mejor sus días,  llegué a la conclusión que la mejor manera de facilitar todo esto es durmiendo con el modem…que sí, tal cual; que desde ese día, cuando me voy a la cama, desconecto el modem y lo guardo en uno de los cajones de mi mesita noche, hasta el día siguiente.

Y así, como decía la señora Eustasia, “muerto el perro se acabó la rabia”.